Utilizando la técnica de electrohilado, el Dr. Cristian Acevedo espera desarrollar un nuevo material a base de nanofibras creadas a partir del colágeno hidrolizado que se extrae de la piel del salmón.
Desarrollar la nueva generación de biomateriales para implantes de piel es el objetivo de la investigación que se encuentra realizando un equipo de investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María.
Según explicó el Dr. Cristian Acevedo, académico del Departamento de Física e investigador del Centro de Biotecnología “Dr. Daniel Alkalay Lowitt” (CB-DAL) y del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), se trataría de la tercera generación de esta innovación, dado que a comienzos de los 2000 se generó la primera patente de implante de piel. En tanto, “el 2022 surgió la segunda generación con el desarrollo efectuado en conjunto con el Dr. Javier Enrione de la U. de Los Andes, con la que obtuvimos el premio Avonni gracias al proyecto denominado Implantes de piel libres de componentes mamíferos”.
Nanofibras
En la nueva investigación, el Dr. Acevedo está trabajando con la técnica del electrospinning o electrohilado, la que funciona con grandes campos eléctricos que se obtienen con diferencias de potencial de más de 10 mil volts y cuyo efecto produce nanofibras.
“La idea es trabajar con diferentes tipos de biopolímeros. En la actualidad seguimos con polímeros extraídos de la piel del salmón usados en la segunda generación, ya que estamos seguros que son buenos biomateriales para seguir usándose para fabricar implantes de piel”, señaló el académico.
Agregó que en la anterior investigación crearon un “scaffold”, que es un biomaterial capaz de albergar células y producir nuevos tejidos, el cual seguirán utilizando, pero usando una nueva técnica en su fabricación. “De esta forma, aprovechamos el colágeno de la piel del salmón y lo llevamos a escala más pequeña para ver su efecto. La diferencia con la tecnología anterior es que esta generaba microestructuras, la actual son nanoestructuras que son más pequeñas que una célula”.
Avances
Además del Dr. Cristian Acevedo, trabajan en esta investigación el Dr. Tomás Corrales del Departamento de Física de la USM; la investigadora Elizabeth Sánchez de CB-DAL; la Dra. María Isabel Taborda, que el año pasado culminó su doctorado en esta área; la estudiante Dragica Bezjak y el alumno del doctorado Rodrigo Domínguez, quien es también docente de la Sede Viña del Mar de la USM.
A la fecha, el equipo ha logrado varios avances en esta primera etapa de investigación. Por ejemplo, según detalló el Dr. Acevedo, “se ha observado una afinidad de la nanofibra con las células, es decir una compatibilidad a nivel celular. Hemos probado con células musculares y se han visto buenos resultados, dado que las células se pueden adherir y proliferar. El músculo es un tejido que tiene fibras con una alineación especial para que sea funcional. En nuestra investigación, los primeros resultados apuntan a que las nanofibras permiten que las células se puedan organizar de manera alineada para formar un tejido muscular”.
Proyección
Al consultarle sobre la proyección de esta nueva investigación que busca desarrollar la tercera generación de implantes de piel, el Dr. Acevedo fue enfático en señalar que “este tipo de desarrollos son muy largos y nos encontramos recién en una etapa inicial. En el caso de la segunda generación, si bien culminó la investigación, aún se continúa buscando la validación clínica y luego trasladar el producto a un sector productivo y clínico. Por lo anterior, espero que este nuevo desarrollo dure unos 4 años de investigación para luego protegerlo y transferirlo al sector productivo”.
En cuanto a los usos de esta innovación, el académico puntualizó que está pensado para personas con lesiones crónicas como úlceras de piel, por nombrar alguna, donde el material puede utilizarse directamente sobre la piel o bien “cultivando sobre el material células madre, las que se espera se integren con el material y se genere un tejido implantable”.